Uno. No creo que hablar de amistad sea suficiente

Los hombres que se cuidan entre ellos a través de la complicidad del silencio ante la violencia que ellos mismos ejercen también son amigos.

Son amigos aquellos que se hicieron llamar «La Manada». Son amigos también aquellas personas que maltratan a otras, lo graban y lo suben a redes sociales. Cuando nos referimos a los cuidados tendemos a imaginarlos y conceptualizarlos a través de ejemplos como el poder llorar delante de las otras, hablar de nuestros problemas o querernos de una manera comunicativa. Pero los cuidados son también proteger a tu colega para que nadie sepa que agredió a su novia, los cuidados son también el silencio cómplice de quien sabe que violentaste.

Como el resto de los elementos que conforman nuestras vidas, la amistad ha pasado por un proceso de mercantilización capitalista. La relación que viene a establecerse entre la clase y el afecto ha conseguido que, para algunas privilegiadas, quedar con sus amigas se convierta en una oportunidad para el networking. Ha conseguido que salir se convierta en  asistir a un evento; la mercantilización y capitalización de la amistad es también la del ocio. La amistad se convierte así en una petición al modo más facebookiano de ampliar tu capital social.

No creo que hablar de amistad sea suficiente


Y odio que la amistad se haya puesto tanto  en la boca de todo el mundo erosionando la importancia de otros lazos. La conversación  sobre la amistad es un elemento clave parapoder realizar un necesario desplazamiento de los sistemas afectivos heteronormativos de la pareja y la familia como centro de nuestra vida. Sin embargo, creo que la centralizaciónde la amistad ha venido de la mano de una homogeneización.



Hemos privilegiado el espacio de la amistad olvidándonos de otros espacios afectivos que son  igual de valiosos para el cuidado y las redes de  apoyo. La amistad se prioriza así a la camaradería de la lucha sindical, a la vecindad y al  apoyo mutuo del barrio y de la cotidianeidad.